

Hoy se celebra el Día Mundial del control de la calidad del agua, una iniciativa que pretende concienciar a la población sobre la importancia de analizar y conservar la calidad del agua, potenciar su reutilización y reducir su consumo.
El simple gesto de abrir el grifo, tan habitual y sencillo, es un símbolo de desarrollo que esconde un gran esfuerzo y trabajo por parte de muchas personas, empresas, entidades y organismos de medio ambiente.
La disminución de las precipitaciones como consecuencia del cambio climático y la desforestación, la contaminación de las aguas y el uso excesivo de los recursos hídricos ponen en peligro uno de los ODS de la ONU: el acceso a agua limpia y segura.
La contaminación del agua puede afectar negativamente a industrias como la agricultura, la pesca y el turismo, aumenta el coste de purificar el agua para beber y dificulta el cultivo de alimentos.
Es fundamental, por tanto, tomar conciencia de la importancia de que el agua usada (sobre todo por la industria y los núcleos urbanos), sea devuelta al medio en las mejores condiciones posibles. Este objetivo se logra mejorando la calidad de la depuración, usando los mejores productos y tecnologías disponibles, con una inversión y esfuerzo cada vez mayor por parte de las empresas y con la colaboración y el apoyo de los organismos de control.
En este sentido, los organismos de control (OCA) somos muy conscientes de la importancia del control de la calidad del agua, no sólo para dar cumplimiento a la legislación ambiental, sino también para la preservación y conservación del medio ambiente. Las Entidades Colaboradoras de la Administración Hidráulica desempeñamos un papel fundamental guiando al sector privado y público en la optimización de resultados y recursos en parámetros de depuración, mediante la toma de muestras simples y compuestas de vertidos de aguas residuales, industriales y urbanas de cualquier índole y el control de caudales, todo ello bajo acreditación ENAC.
Los organismos de control también velamos por el estado, calidad y concentración de contaminantes en el medio receptor de las masas de aguas continentales subterráneas, con la realización de estudios de contaminación previa, control periódico y cese de actividad a través de sondeos y redes piezométricas. Con el simple análisis de captaciones de aguas subterráneas se puede obtener mucha información de los acuíferos y su estado, así como del impacto del sector agrícola y la evaluación y viabilidad del uso de esa agua.
En definitiva, los organismos de control somos una herramienta para sostener la implicación del sector industrial con el medio ambiente y un mecanismo para mejorar la calidad y cantidad de los vertidos, ya que realizamos los balances de eficiencia en la depuración de agua bruta y agua tratada, la toma de muestras y análisis de agua potable y evaluamos sus características cualitativas y cuantitativas.
La gestión sostenible del agua mejora a su vez la gestión de la producción de alimentos y energía y contribuye al desarrollo y al crecimiento económico. Además, se preservan los ecosistemas acuáticos y su biodiversidad y se lucha contra el cambio climático.
Los OCAs te acompañamos en el control de la calidad del agua, en el que estamos todos implicados….
Y tú, ¿qué haces por tu agua?
Más sobre el control de la calidad del agua.