Control de inmisión de contaminantes atmosféricos

El Real Decreto 100/2011, de 28 de enero, por el que se actualiza el catálogo de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera y se establecen las disposiciones básicas para su aplicación, clasifica las actividades industriales en tipos A, B y C y especifica a qué tipo de controles están sometidas. Los límites que no deben superar las diferentes industrias y la periodicidad de las inspecciones vienen marcados por una Autorización Ambiental Integrada (AAI) individualizada para cada empresa en el caso de los tipos A y B y por la legislación de la Comunidad Autonómica correspondiente en el caso del tipo C o, en su defecto, por la legislación nacional.

Hay determinadas comunidades autónomas que tienen legislación específica en la que se fijan estos límites y la metodología aplicable para la determinación del partículas en suspensión y sedimentables y otro tipo de contaminantes gaseosos.

El control de inmisiones se puede realizar empleando equipos de aspiración o captadores pasivos, en función del parámetro que se quiera determinar. El captador pasivo se coloca en el punto de muestreo y recoge el contaminante por difusión a través de un soporte que permite fijar dicho contaminante, para luego enviarlo al laboratorio y determinar su concentración. Los equipos de aspiración hacen pasar un determinado volumen de aire a través de un medio de retención que nos permite determinar la concentración del contaminante en el laboratorio.